Presentación de Muerte en la Academia de Antonio Bascones

El día 9 de mayo se presentó en los locales de la prestigiosa Casa de libro de la ciudad de Córdoba la novela de Muerte en la Academia de Antonio Bascones. En el acto intervinieron el Prof. José Manuel Cuenca Toribio y por parte de la casa editorial el editor Javier Ortega. El primero después de hacer una pormenorizada descripción del autor presentó la novela como una trama policíaca y de suspense enmarcada en los siglos XVII y XVIII. Su exposición fue rica en datos históricos y descriptivos que hizo que el auditorio mantuviese la atención durante todo el tiempo. Con la ingente cultura del Prof. Cuenca la presentación se enriqueció de datos y fechas interesantes para entender la trama de la novela. Javier Ortega, así mismo, hizo múltiples referencias a la calidad del libro y del honor que significa para la editorial tener este tipo de autores y de obras que hacen que sean muy solicitadas por el público en general. Enmarcó, también, la novela en un ciclo histórico de los siglos ya señalados. Hizo una especial referencia a la introducción, porque según él, es en esta primera parte cuando se da cuenta el lector de los primeros pasos para escribir la novela, el porqué, los motivos y los distintos aspectos que confluyen en la misma.

 

El autor, Antonio Bascones, comenzó agradeciendo la presencia del auditorio, pues en una tarde cordobesa, con los patios en su máximo esplendor, vinieran a participar en la presentación de esta novela. Posteriormente pasó a agradecer las bellas palabras de los presentadores y continuó explicando los motivos por los que escribió la novela. Una tarde de una primavera avanzada en la Real Academia de Medicina de España, uno de los académicos, el Prof. Manuel Díaz Rubio, le recabó para que escribiera una novela sobre las academias. "Alguna trama ya se te ocurrirá" le dijo al finalizar la conversación. "Cuentas lo que día a día estás viendo en nuestra Academia". Antonio Bascones refirió al público que esa noche le dio vueltas a la cabeza. En una conferencia le contaron que se había descubierto unos libros antiguos, entre los que se encontraba el lazarillo de Tormes. Estaban emparedados en una casa del pueblo de Barcarrota en Badajoz. Corría el año 1992 y este hecho significó lo que más tarde llegaría a llamarse la Bibliotecca de Barcarrota. La historia nos cuenta que un médico judío, Francisco Peñaranda, a la sazón criptojudío, por miedo a la Santa Inquisición los emparedó en su casa y huyó a Olivenza. Estos libros estaban en el índice y los poseedores de los mismos serían condenados a la muerte, por lo que nuestro personaje decidió sepultarlos y poner tierra por medio. Pocos días tardó Bascones en visitar el pueblo y darse cuenta, in situ, del contexto y entorno donde aparecieron los libros.

Esta en síntesis es la historia de la novela. Este libro, de una edición desconocida de Medina del Campo, es una joya de 1534 que se guarda en la actualidad en la Biblioteca de Badajoz. La ficción histórica, cuenta Bascones, hace que se encuentre por un bibliotecario de la Real Academia de la Lengua que se inaugura en 1713, reinando Felipe V. El autor expone este hecho dentro de un período interesantísimo de nuestra historia con el cambio de casa Real de los Austrias a Los Borbones, la presencia de los novatores y el movimiento de la Ilustración que viene de Francia hacen que la trama tome cuerpo de interesante relato. Bascones, así mismo, expone la importancia de la prosa poética, la belleza de la palabra que dice que el escritor es un arquitecto de sentimientos, un escultor de las palabras y un pintor de la fantasía y que fundamentalmente lo que debe hacer es emocionar. Un escritor que no sepa emocionar no es un buen escritor. Debe hacer que el lector se inmiscuya en el personaje y éste a su vez en el lector en una relación bidireccional entre lector y personaje.

En la trama no faltan detalles de los sefardíes, la llave de la casa que se la llevan cuando en 1492 inician el éxodo. hay varias referencias al idioma ladino en una serie de encuentros. Pero lo más importante, nos dice Bascones, es que el lector oiga los colores, vea los sonidos, perciba sensaciones gustativas y auditivas cuando toque un objeto con una textura determinada. Es una auténtica sinestesia poética que el modernismo pudo de moda a través de sus dignos representantes Rubén Darío y Juan Ramón Jiménez. El escritor, añade, es un contador de historias donde la fantasía y la imaginación cobran vida. Una expresión vital de un sentir personal en un momento exacto de la vida del autor. Y todo ello aderezado por la emoción de las palabras y de los sentimientos. Hay que crear una pátina especial alrededor de las palabras creando imágenes emotivas en la mente del lector.

Bascones afirma que Unamuno, en sus viajes, ve la realidad bajo el prisma del intimismo y de la filosofía, mientras que Camilo José Cela, fotografía la realidad con las conversaciones con los paisanos que se encuentra en su recorrido. Viaje por la Alcarria es la mejor expresión de lo antedicho. Bascones, nos dice, que él, salvando las distancias con estos escritores, está a caballo con una visión ecléctica que le sirve para enriquecer la trama.

En suma la armazón de las palabras lo que busca es musicalidad, ritmo, emoción, color y todo ello lo enmarca en un complejo periodo histórico. Termina su breve disertación con la palabras de Carlos Fuentes que dice "El pasado está escrito en la memoria y el futuro está presente en el deseo".

Esperemos que disfrutéis con la lectura, fueron sus palabra finales.

Al finalizar el acto se firmaron numerosos ejemplares.